Quien es digno de paz?, quien de prosperar en nuestra sociedad o mas bien en la vida? Es este un privilegio de pocos? o mas bien esta al alcance de todos? Son estas cuestiones que desde la infancia se nos enseña a perseguir? o quizás se nos ha enseñado a perseguir una paz y prosperidad equivoca.

En función de levantar el velo da la verdad, es nuestro deber en primer lugar hacernos las preguntas correctas y con preguntas correctas me refiero a las que sabemos y conocemos muy bien, pero esperamos una vida entera, a veces muy tarde para dignarnos a responderlas. Sin duda alguna lamentable, que valor hay en vivir una vida que no le haga justicia a tu verdadero ser, a tus verdaderas inclinaciones, una donde prima la autocomplacencia y la de quienes te rodean, por sobre el verdadero valor y la valentía.

Es de suma importancia comprender que cuando se trata de la vida, solo nosotros somo quienes poseemos el magnifico poder de darle forma y digo esto con tanto énfasis, porque parece haberse perdido o desvanecido de nuestra cultura, pasamos de empoderar la individualidad a crear generaciones de jóvenes, con ansiedad, inseguros de su capacidad y potencial, extremadamente dóciles.

La educación a día hoy peca sin duda alguna de una gigantesca mentira, nos cuenta una historia, una historia que presiona con fuerza en las percepciones de la gente, de lo que importa en esta vida, de a lo que deberíamos aspirar, de quienes somos y como comportarnos. Desaprovechamos tanto tiempo, tanta energía en intentar darle sentido a algo que de manera obvia nuestro cuerpo nos dice ser mentira, nos sentimos exhaustos, distraídos, con un vacío que no parece desaparecer, sin importar lo que  hagamos, sin importar cuanto compremos y seamos vituperados por nuestros semejantes, luego de cada efímero placer en donde parece ser que encontremos refugio vuelve surgir la semilla del dolor.

Después de habernos esmerado tanto tiempo, tantos años en lo que se nos dijo desde pequeños nos haría felices, quedamos con esta sensación de insatisfacción.

Yo creo fuertemente que como seres humanos, formando parte de una comunidad, sociedad o misma naturaleza, debemos antes priorizar por sobre todo qué queremos y como lo queremos, aprender a vivir con nosotros mismos antes que con los demás y no a la inversa.

Solo es ahí, donde el verdadero progreso puede existir .