Recordatorio
Me considero incapaz de enumerar, tampoco de revelar las verdaderas razones por las que deambulo constantemente en compañía únicamente de mi mismo, podría inferirse por la naturaleza de la situación que soy poco sociable o agradable para la compañía de quienes me rodean, cosa que me parece graciosa y me río de escribir esto de mi mismo. Para ser justo conmigo, no creo que sea por razones similares, lo que si se, y puedo decir con humilde certeza, es que una vez te ves obligado a convivir contigo mismo por tanto, tiempo aprendes un par de cosas interesantes.
Primero, dejas de ser partícipe de tantos eventos sociales, reuniones, fiestas y conversaciones pueriles con gente que no piensa en otra cosa más que en lo que hace otra gente, tu entretención se reduce a otro tipo de cosas. Cosas quizás de no de gran estímulo, cosas, que en variadas ocasiones las miramos con desprecio y dedicamos poca o ninguna atención. Pero, ¿qué hay de estas cosas? después todo, podemos decir con franqueza que la vida está repleta de estas.
He aprendido que no todos los días son buenos pero que en todos ellos se esconden cosas buenas, y es nuestra responsabilidad hacer notas estas cosas, recordárnoslas y agradecer incluso los más pequeños atisbos de vida. Reconozco el carácter efímero tanto de las personas como de las cosas y veo justo ahí, en la muerte asimismo el nacimiento, donde se esconde la belleza, no espero mucho mucho pero agradezco todo.
A modo de ejemplo Durante todo este tiempo, los cafés se han convertido en mi más recurrido instrumento para alegrarme la vida. Me rodeo de gente que no conozco y me sirvo de su compañía, he comenzado a escuchar y observar mi entorno, durante horas me deleito con la forma tan particular que tiene cada persona de interactuar con su entorno, me convertí en una esponja sensorial, por cada experiencia por pequeña que fuese me consideraba satisfecho y lleno de vida, afortunado sin duda de la tranquilidad de la que podía disfrutar por tanto tiempo.
Escribo esto para recordarme del increíble poder que tenemos para contentarnos con aunque sea lo más pequeño, expandirlo lo suficiente, para ser felices, para estar contentos y en paz.