Que sera de mañana? que será de mi y mi futuro? que me depara com hombre, son estos los caminos a los que debería mi necia juventud apostar.

Insisto e insistiré hasta mi extenuación, en que el futuro y la certeza, hoy, no son más que meras ilusiones, misterios por lo demás.

No he podido evitar últimamente caer en esta clase y patrón de pensamiento. Son mis respuestas, acciones las indicadas? es mi capacidad rectora suficiente, le hago justicia a mi nombre? a lo que digo ser? qué hay de mi razón?

Qué hay de mis amistades y relaciones, porque no son tales o aquellas dices tu.

A lo que yo respondo…

Que esperabas de esta vida sino un cúmulo de eventos y personas inciertas, mutación y cambio, caracterizan a este lugar, lo conforman.

¿Que te aflige?

Que deseas a cambio?

orden?¿Certeza?¿buen azar?

No es todo lo que te turba, parte del orden natural e indiscriminatorio, que tanto tú como cualquiera experimenta, ¿no te parece ridículo afligirte por una regla tan universal? 

Si continuas pensando de esta manera te estarías quejando de tu mera existencia, del planeta y naturaleza. te parece esto algo digno de lo que quejarte?

Quizás la cuestión no es no es lo que la vida nos pone delante, sino la palpitante oportunidad de erguirnos con orgullo y buen ánimo ante cual sea el desafío o sufrimiento que se nos despliegue, la libertad de elegir actuar con integridad a pesar de la adversidad, a pesar de la injusticia, a pesar de nuestro sufrimiento, tomar verdadera y genuina responsabilidad por nuestras almas.

Olvídate pues de tu imaginaria petición, de pedir por un mejor destino, una mejor situación, mejores amigos, una oportunidad más justa entre otras . Lo que te toco es lo que te corresponde, elige antes afrontarlo y trabajar con él, ese es tu regalo, tu destino, tu máxima expresión, desafialo, combatelo y demuestrale no a los demás, sino a ti de que puedes ser mejor.